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El petróleo en 100 dólares puede ser el preludio de una nueva recesión o al menos eso dice la historia

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Las últimas recesiones económicas han venido precedidas de fuertes subidas del precio del petróleo. El crudo de tipo Brent ha subido un 20% en los dos últimos meses, mientras que el alza desde los mínimos de febrero de 2016 alcanza el 180%. El Brent se mueve por encima de los 80 dólares y podría seguir subiendo len los proximos trimestres. Este nivel de precios, culmine o no en una recesión, puede tener importantes consecuencias sobre la economía. La parte positiva es que EEUU ha reducido su papel como importador neto de crudo, lo que suaviza el impacto negativo global de una subida del petróleo.

Las subidas y bajadas del petróleo suponen una transferencia de renta desde unos países a otros. Con las bajadas del crudo, los países que son importadores netos de oro negro, como España, salen beneficiados. Con una subida del crudo como la actual, los exportadores netos, como Arabia Saudí, obtienen las rentas que ‘pierden’ los países importantes. No obstante, la historia muestra que las subidas del petróleo son más peligrosas que las bajadas para la economía global.

Desde Bank of Amercia Merryl Lynch (BofAML) reconocen en una nota reciente que “lo que sabemos es que las grandes subidas del petróleo han precedido recesiones económicas, incluida la Gran Recesión de 2008”.

¿Cómo se explica esta relación?

Los ingresos extra de un petróleo más caro se concentran en un número menor de países y, sobre todo, en un número menor de personas, que además suelen poseer elevados patrimonios. Estos agentes presentan una propensión marginal a consumir inferior a la de las personas que se benefician de la caída del crudo, como son los consumidores de Occidente (también las empresas) y países emergentes que no producen petróleo.

Esto quiere decir que cada euro que ahorran estas personas al llenar el depósito del coche o pagar el combustible de la calefacción (tras una bajada del petróleo) se usa en mayor medida para consumo. Sin embargo, el euro extra que ganan las grandes petroleras y las personas que están detrás de ellas tiene una menor utilidad en este sentido. Los beneficios de un petróleo más caro se concentran en unas pocas personas, mientras que los de una caída se reparten entre millones y millones.

Los economistas de BofAML Ethan S. Harris y Aditua Bhave calculan que si el petróleo llegase a 100 dólares el barril a principios de 2019 y se mantuviese en ese nivel durante todo el ejercicio, la Eurozona, Japón y Reino Unido (entre otros) verían reducido su crecimiento entre 0,5 y 0,2 puntos porcentuales, siendo la Eurozona el área más afectada, según los expertos. El efecto en países emergentes como Turquía o China también sería negativo.

Los grandes ganadores del crudo en 100 dólares serían los productores. El crecimiento de la economía rusa se vería incrementado en 0,6 puntos porcentuales (del 1,2% al 1,8%), mientras que en Arabia Saudí el aumento sería de un punto porcentual. Los pequeños países del Golfo y algunos de Sudamérica como Colombia también se verían beneficiados.

Una diferencia importante

Los analistas de este banco prevén (escenario central) que el petróleo toque techo en el segundo trimestre de 2019 en los 95 dólares por barril. De cumplirse este pronóstico, la subida adicional sería de casi el 14% desde los precios actuales. La escalada del petróleo es clara, pero la estructura del mercado de petróleo es distinta a la de las últimas recesiones.

La gran diferencia en esta ocasión es que EEUU, la mayor economía del mundo, está cada vez más cerca de dejar de ser un importador neto de petróleo. En 2008, EEUU importaba cerca de 12,5 millones de barriles de petróleo y derivado al día, mientras que hoy sólo importa 3 millones de barriles. Esto es consecuencia del auge de la producción de crudo doméstica, gracias al fracking y al crudo de esquisto, que ha permitido al país casi duplicar la extracción de oro negro.

Desde el banco suizo UBS también restaban importancia a las subidas del crudo en la actualidad. Estos economistas explicaban en un informe este verano que “un factor que hay que tener en cuenta es la menor intensidad en petróleo de la economía. El mundo es ahora más eficiente que en las décadas previas y necesitamos menos inputs de energía para producir una unidad de PIB”. Esto supone que los movimientos del crudo tendrán un efecto más reducido sobre la actividad económica.

“Juntando todo, creemos que el petróleo en 100 dólares podría reducir dos décimas el crecimiento global en 2019. Esto no es un gran impacto, pero tampoco es trivial. En general, pondríamos una crisis petrolera entre las tres principales de nuestras preocupaciones durante el próximo año, junto con las guerras comerciales y los riesgos de ‘salida’ (Brexit y demás movimientos) en Europa”, sentencian desde BofAML.

Fuente de la noticia: https://www.eleconomista.es/materias-primas/noticias/9439525/10/18/El-petroleo-en-100-dolares-puede-ser-el-preludio-de-una-nueva-recesion-o-al-menos-eso-dice-la-historia.html

 

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