En la ciudad de Waterloo, en el sur de Ontario, Canadá, se acaba de poner en marcha un plan para convertir las deposiciones de perro en energía. “En las comunidades rurales, esta técnica no es nueva, yo sólo la estoy trayendo a un contexto urbano”, explica el alcalde de la ciudad, Dave Jaworsky.
La idea es que el dueño del perro recoja los excrementos de su mascota durante el paseo, pero en lugar de tirarlos en una papelera, tendrá que ponerlos en una especie de buzón verde y con una apertura con forma de perro.
Las bolsitas con las heces se almacenan en un contenedor bajo tierra durante 10-14 días, luego, todo es aspirado y llevado a una planta de procesamiento fuera de la ciudad, donde, junto con otros residuos orgánicos, tendrá lugar el proceso de digestión anaeróbica, o sea la degradación de una sustancia orgánica por microorganismos en ausencia de oxígeno. Al final de todo este proceso se obtiene el biogás, que puede ser quemado para producir energía y calor.
Antes del ejemplo canadiense, en un parque de Cambridge, se lanzó el proyecto piloto Park Spark. Aquí los dueños recogen las deposiciones de los animales en una bolsa biodegradable, la insertan en una especie de cisterna, giran una manivela para dejar salir el metano y con su combustión encienden las farolas que iluminan el parque.
La importancia del biogas en Europa
El biogas es una de las fuentes alternativas más utilizadas para la producción de energía renovable y la UE lo incluye entre las fuentes no fósiles que pueden favorecer no sólo la autonomía energética, sino también la reducción gradual de la contaminación del aire y por lo tanto del efecto invernadero.
Según datos de la Asociación Europea de Biogas, a finales de 2015 había en Europa unas 17.240 plantas de biogás, con un incremento del 20% en el último año, especialmente en países como Italia, Francia e Inglaterra, siendo Alemania líder con 10.786 plantas. En España existen sólo 39 centros, así que muchos países europeos importan subproductos españoles para producir biogás.
La idea de transformar el estiércol en energía no es nueva, pero el hecho de aprovechar el contexto de un parque y comprometer a todos los propietarios de perros puede crear un circulo virtuoso de civismo muy esperanzador.
Conexión como premio al civismo
Hace unos años, en México, un proveedor de Internet decidió animar a las personas a recoger los excrementos de sus mascotas a cambio de obtener acceso gratuito a la red. En algunos parques de Ciudad de México se instalaron contenedores que activaban una línea wifi gratuita durante un período de tiempo determinado y en función del peso del depósito introducido.
El servicio se llamaba Poo Wi-Fi. Los recipientes eran bastante simples: el dueño del perro dejaba los excrementos dentro de ellos, los residuos se pesaban y un temporizador activaba la conexión. Por desgracia, los ciudadanos comenzaron a poner piedras en los contenedores para engañar a los sensores y ‘gorronear’ así la conexión y por tanto el proyecto terminó.
Autobuses alimentados por residuos humanos
En Europa los desechos de origen animal se aprovechan sobre todo en el sector agricola, pero hubo quien pensó que se podía hacer lo mismo con las deposiciones humanas. A partir de 2014 están en servicio en la ruta entre Bath y el aeropuerto de Bristol, Reino Unido, unos autobuses alimentados por heces humanas.
Estos Bio-Bus transportan a unos 10.000 pasajeros al mes y son el resultado de la colaboración entre la Bath Bus Company y la compañía de tratamiento de aguas residuales de Bristol, llamada GENeco. Los vehículos pueden recorrer unos 300 kilómetros utilizando el biogás producido a partir los excrementos de un año de cinco personas.
En realidad, la idea de la aprovechar los residuos orgánicos para obtener energía es muy antigua. Hay evidencias arqueológicas del uso de estiércol animal seco como combustible en toda la zona mediterránea y, por el otro lado del Atlántico, los Incas utilizaban estiércol de llama para cocer la cerámica. Sin duda, ahora tenemos tecnologías más eficaces, habrá que demostrar si también tenemos más civismo.
Fuente de la noticia: http://www.lavanguardia.com/natural/20170617/423436436233/heces-perro-energia.html
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