Antes de que comience la temporada de frío, conviene purgar los radiadores. De ese modo, el sistema de calefacción central de la vivienda estará preparado cuando sea necesario encender la calefacción.
En ocasiones es posible que notes que tus radiadores no calientan lo suficiente. Esto puede ocurrir porque dentro del sistema de calefacción con radiadores se ha acumulado aire que entorpece la circulación del agua que calienta los radiadores y provoca que no emitan calor de forma homogénea.
Como consejo general, los radiadores deben purgarse siempre antes del inicio de la época de calefacción, al comienzo del otoño.
¿Por qué es importante purgar los radiadores?
Cuando no calienta bien un radiador, el termostato no salta pero la caldera sigue funcionando porque no consigue llegar a la temperatura programada. Esto hace que la caldera trabaje el doble por lo que gastemos más energía ya que el sistema de calefacción no funciona de forma eficiente.
Es importante asegurarnos de que nuestra instalación de calefacción funciona correctamente. Un sistema de calefacción eficiente evitará derroches de energía ahorrando, por lo tanto, en el consumo.
¿Cuándo debemos purgar los radiadores?
Los meses óptimos para purgar los radiadores son los de septiembre y octubre, justo antes de que comience la temporada fuerte de calefacción. Es conveniente no esperar a que las temperaturas bajen y necesitemos la calefacción, ya que si no la hemos purgado antes, ésta funcionará a su rendimiento medio, con el consecuente derroche de energía y dinero.
Señales de que debemos purgar los radiadores
Purgar un radiador en tu propia casa consiste principalmente en eliminar el aire sobrante del circuito de los radiadores, con lo que mejorará el rendimiento energético de la instalación de calefacción.
Existen dos tipos de purgadores: automáticos y manuales. En los automáticos no debemos hacer nada, el aire se expulsa por sí mismo. Sin embargo, en los purgadores manuales debemos ser nosotros mismos los que realicemos el proceso.
Las señales que confirman que los radiadores deben de purgarse son cuando el radiador está frío en la parte superior, y caliente en la inferior.
La otra señal es cuando se escucha un ruido, como gorgoteos, provocado por las burbujas del aire acumuladas en el sistema, síntoma de que es necesario purgar los radiadores antes de que se inicie la temporada de calefacción.
¿Qué sucede si no se purgan los radiadores?
Cuando un radiador no está calentando al 100% se traduce en que el sistema de calefacción no funciona de manera eficiente, y por lo tanto existe un derroche de energía innecesario. Un sistema de calefacción eficiente evita derroches de energía ahorrando, por lo tanto, en el consumo.
Cómo purgar los radiadores correctamente
- Comprueba si necesitas purgar tus radiadores. Enciende la calefacción y pasa la mano por la parte superior del radiador: si esta parte superior del radiador está más fría que la parte inferior, esto significa que tiene aire (recuerda que el aire tiende a subir).
- Dirígete al radiador más cercano a la caldera. Habrá que seguir las siguientes operaciones empezando desde el radiador que esté más cercano a la caldera, siguiendo el flujo natural del agua.
- Coloca un recipiente bajo la llave. Sujeta un cazo o un vaso y colócalo debajo de la llave. De esta forma, evitarás que se moje el suelo cuando empiece a salir el agua del purgado.
- Gira la llave con un destornillador. También puedes usar una moneda para abrir la llave de la válvula. La llave se abre y comienza a salir aire (maloliente) junto con algo de agua, pero el chorro no será uniforme.
- Cierra la llave cuando el chorro sea fluido. Cuando el chorro de agua que sale sea totalmente fluido querrá decir que ya ha salido el aire, así que puede cerrarse la llave girando en sentido inverso.
- Repite la operación en todos los radiadores. Recuerda seguir, de radiador a radiador, el flujo del agua. Y claro, si algún radiador del circuito está anulado, no es necesario realizar esta operación.
- Revisar la presión de la caldera (1 – 1,5 bares). Siempre tras terminar cada purgado debemos revisar que la presión de la caldera está entre 1 y 1,5 bares, ya que tras el purgado suele bajar el nivel de presión. Debemos de asegurarnos de que la presión esté entre estos niveles.
¿Cómo saber si el purgado se ha realizado correctamente?
Si la calefacción está encendida y pasas una mano por la parte de arriba del radiador y compruebas que está más fría que la parte inferior, significa que el radiador tiene aire. El aire tiende a subir y se acumula en la parte superior por eso está más fría que el resto del radiador. En ese caso, será necesario repetir el purgado.
Si tienes cualquier duda o quieres profundizar más en este tema, no dudes en consultarlo con los profesionales de Agrupación Gasoil. Y no dejes de leerte los siguientes artículos, porque pueden ser de tu interés:
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