En Agrupación Gasoil queremos compartir contigo información esencial que te ayudará a ahorrar dinero a largo plazo y a proteger tu sistema de calefacción.
Esperar a que el depósito esté casi vacío para rellenar es una práctica que, si bien parece alejar un gasto en el tiempo, termina siendo más costosa y arriesgada.
La clave está en la eficiencia operativa y la prevención de averías. Mantener el depósito de gasoil lleno o, al menos, con un nivel constante y significativo, es la estrategia más inteligente para la economía de su hogar y el buen estado de su caldera.
La explicación técnica: humedad, condensación y corrosión 💧
El principal riesgo de un depósito con bajo nivel de gasoil es la condensación de agua.
¿Qué es y por qué ocurre? El aire dentro del depósito, que ocupa el espacio no lleno de combustible, siempre contiene humedad. Cuando la temperatura ambiente baja (especialmente en invierno o por la noche), el depósito se enfría, y esta humedad se condensa en las paredes interiores, formando gotitas de agua.
El agua, siendo más densa que el gasoil, se precipita al fondo del depósito, generando dos problemas:
- Corrosión y averías: el agua estancada en el fondo, en contacto con el metal del depósito (si no es de plástico), acelera la corrosión. Más importante aún, este agua favorece la proliferación de microorganismos (bacterias y hongos) que se alimentan del gasoil y producen lodos, brea y residuos.
- Paso a la caldera: Si el nivel de gasoil es bajo, la bomba de la caldera tiene más riesgo de succionar esta capa de agua, lodos y sedimentos depositados en el fondo. Esto provoca la obstrucción del filtro y, en el peor de los casos, daños graves en la bomba de gasoil y el quemador de su caldera, resultando en costosas reparaciones e interrupciones del servicio.
En resumen, un depósito con poco gasoil tiene más aire, más condensación, más agua en el fondo y, por tanto, un mayor riesgo de que los lodos y el agua lleguen al circuito, provocando averías caras. Llenar el depósito reduce el espacio para el aire húmedo, minimizando drásticamente la condensación.
2. Ahorro por prevención de mantenimiento 🛠️
Los costes de reparación causados por la succión de sedimentos o la obstrucción del quemador son notablemente superiores al coste de rellenar el depósito a tiempo.
- Menos acumulación de posos: al rellenar antes de que el nivel baje demasiado, el gasoil que entra a presión desde la cisterna genera un efecto de “agitación” en el fondo, ayudando a que los posibles sedimentos se diluyan y se quemen de forma más eficiente antes de que se solidifiquen y obstruyan el sistema.
Mayor vida útil de la caldera: Al garantizar que el gasoil que llega a su caldera sea lo más limpio y puro posible, se alarga la vida útil de componentes críticos como filtros, inyectores y la propia bomba. Prevenir el uso de combustible contaminado es la mejor póliza de seguro para su sistema de calefacción.
3. Ahorro por gestión de precios y logística 💰
Rellenar el depósito a tiempo le ofrece una ventaja económica directa en la compra:
- Aprovechamiento de precios bajos: el precio del gasoil para calefacción (Gasóleo C) está sujeto a las fluctuaciones del mercado internacional de petróleo. Tradicionalmente, la demanda es baja en primavera y verano, lo que suele relajar los precios. Si mantienes tu depósito con un nivel prudente, puedes aprovechar una bajada de precios y realizar una compra significativa (a menudo con descuentos por volumen), llenando completamente el depósito en el momento más favorable del año.
- Evitar pedidos de urgencia: esperar a que el depósito se vacíe te obliga a realizar pedidos de última hora o en pleno pico de demanda invernal, cuando los precios suelen ser más altos y la disponibilidad de reparto más limitada.
- Optimización del transporte: un mayor volumen de compra por cliente nos permite optimizar nuestras rutas de reparto. Una logística más eficiente se traduce, en última instancia, en un menor coste de distribución que podemos repercutir en el precio final.
Conclusión: tranquilidad y eficiencia
La decisión de mantener el depósito de gasoil lleno no es solo una comodidad, es una inversión activa en la longevidad y la eficiencia de su sistema de calefacción, minimizando riesgos técnicos y maximizando sus oportunidades de ahorro.
Nuestra recomendación: no dejes que el nivel de gasoil baje de 1/4 (un cuarto) de la capacidad total del depósito.
¡Anticípate al frío y a las fluctuaciones de precios!
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