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Consejos para ir a la playa en el verano del Coronavirus

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Playa Nord

Este verano será uno de los más insólitos de nuestra historia reciente. La presencia del virus obliga a implementar medidas sanitarias también en nuestro litoral. En el siguiente artículo recopilamos la información disponible sobre el comportamiento del Covid-19 en los arenales y el mar, las medidas implementadas por las Comunidades Autónomas para evitar su propagación, así como unas recomendaciones básicas para disfrutar de la playa sin comprometer nuestra salud ni la de los demás.

El verano ya está aquí y muchas personas planifican sus vacaciones en la costa. Hay ganas de ir a la playa. Pero está el virus. Las dudas acerca de cómo comportarse en nuestros arenales está provocando que muchos viajeros vacilen no solo a la hora de acudir a la propia playa, sino acerca de qué destino de costa elegir entre los innumerables con los que cuenta nuestra geografía.

Y es que aunque existe una guía básica de recomendaciones en playas y piscinas elaborado por el Ministerio de Sanidad, son las propias comunidades las que ejecutan las medidas para implementar esas recomendaciones. Así que el viajero debe informarse bien antes de elegir destino para saber lo que le espera.

A pesar de algunas tristes excepciones, España es uno de los países del mundo que mejor cuida sus playas. Ahí están las casi 600 banderas azules con las que contará nuestro litoral este verano. En este sentido, y pese a que un escenario como el actual es totalmente insólito, las administraciones tienen mucha experiencia en el manejo de grandes grupos de usuarios y en la preservación de las playas y su entorno. Por lo tanto, el viajero debe sentirse seguro confiando en las medidas implementadas en cada playa.

La transmisión del virus en las playas

Por encargo del Ministerio de Sanidad y el ICTE, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas emitió el informe sobre transmisión del SARS-CoV-2 en playas y piscinas que ha servido como base de la guía de uso de playas de todas las comunidades españolas. Pese a que uno de sus puntos advierte de que “actualmente no existen datos de la persistencia del SARS-CoV-2 en agua de mar” y que en el futuro “se debería hacer un estudio con el tiempo de planificación suficiente”, el documento aporta mucha información valiosa tanto para las administraciones como para el propio usuario.

En este sentido, los expertos siguen recordando que “la principal vía de transmisión del virus es a través de secreciones respiratorias que se generan con la tos y los estornudos y el contacto de persona a persona, por lo que deben mantenerse las recomendaciones generales relativas a cualquier otro lugar”. Es decir, la distancia social y el uso de mascarilla si dicha distancia no se puede mantener.

Así mismo, en el punto 2 señala que “la infección por SARS-CoV-2 por contacto con el agua de condiciones estándar para el baño, es muy poco probable”, aunque advierte de que “estas actividades generalmente implican una pérdida de las medidas recomendadas de distanciamiento social”. Una vez más: distancia social. También en las playas.

En el punto 6 profundiza en el “probable” comportamiento del Covid-19 en el mar: “el efecto de dilución, así como la presencia de sal, son factores que probablemente contribuyan a una disminución de la carga viral y a su inactivación por analogía a lo que sucede con virus similares”.

Y, finalmente, en el punto 8, el informe señala que “la acción conjunta de la sal del agua de mar, la radiación ultravioleta solar y la alta temperatura que puede alcanzar la arena, son favorables para la inactivación de los agentes patógenos”.

Conclusión: podemos sentirnos moderadamente seguros en nuestro litoral, tanto en los propios arenales como en el mar, pero respetando las recomendaciones generales ya conocidas por todos: distancia social, mascarilla e higiene frecuente de manos.

Cada playa, un mundo

Ahora bien, a la hora de aplicar las recomendaciones básicas del Gobierno central a través del Ministerio de Sanidad y los informes técnicos de los que disponen, cada Comunidad Autónoma —y dentro de cada Comunidad, cada ayuntamiento— ha tenido libertad de ejecución para lo que han adaptado diversos protocolos. Todas las administraciones tienen el mismo objetivo —ofrecer el entorno más seguro posible para el usuario— pero lo tratan de lograr con métodos diferentes.

En el caso de Andalucía, con el mayor número de playas en el litoral más extenso, se ha definido un horario de apertura, cierre de espacios comunes como duchas y vestuarios y distancias entre toallas, que debería ser de al menos dos metros. El control del aforo en los arenales —el aspecto que más quebraderos de cabeza está dando a las administraciones, pero esencial para evitar concentraciones masivas de usuarios— se gestiona a menudo apoyándose en la tecnología, como puede ser el uso de aplicaciones informáticas o, incluso, el apoyo de drones.

En Asturias, por ejemplo, tenemos el caso de las playas de Gijón que están usando apps de información de aforo para los usuarios además de habilitar la figura de acomodador, como si el usuario estuviera en el cine. Un equipo de 35 personas se encarga de acompañar a los bañistas en el horario de apertura de las playas, que va de 11 a 19 horas, controlando el aforo, informando de la ocupación de las diferentes secciones de playa y recordando las medidas de seguridad.

En el caso de las playas de la Comunidad Valenciana también se va a contar con esta figura del acomodador para lo que se ha abierto una convocatoria de empleo de 1.000 plazas de informadores de playa. En Barcelona, por su parte, el ayuntamiento ha instalado puntos de acceso exclusivo a los arenales para un control más sencillo del nivel de ocupación, así como un aforo máximo que no debe superar las 38.000 personas.

Tanto en Canarias como Baleares, dos regiones especialmente afectadas por la crisis turística, se extremará el control de aforos, estableciendo distancias de 4 metros entre sombrillas o hamacas, incluso con la posibilidad de establecer franjas horarias en los arenales más concurridos. Así mismo, en el agua se recomienda mantener la distancia entre grupos de bañistas.

Consejos básicos para ir a la playa

  1. Teniendo en cuenta los puntos anteriormente descritos y que prácticamente cada playa impondrá sus propias medidas para evitar la propagación del virus, el consejo más importante para el usuario durante este verano es informarse previamente de cuáles son las medias concretas aplicadas en cada destino. Ir sin saber lo que nos vamos a encontrar puede decepcionar o enervar a más de un turista. En las webs de los ayuntamientos a los que pertenezca cada playa encontraremos fácilmente esta información.
  2. Por supuesto, se debe apelar a la responsabilidad ciudadana recomendando no acudir a la playa en caso de presentar síntomas compatibles con el Covid-19.
  3. No se debe relajar la distancia de seguridad pese a encontrarnos en un entorno al aire libre y aparentemente seguro tal y como se explica en el informe del CSIC.
  4. El uso de mascarilla, aunque incómodo, debe aplicarse en el entorno de la playa y en la misma siempre que no sea posible la distancia de seguridad, aunque en el propio mar, obviamente, no es recomendable.
  5. No se deben practicar deportes acuáticos en horarios no permitidos.
  6. Así mismo, y para evitar algunas escenas que ya se están convirtiendo en habituales en nuestras calles, se exige depositar tantos las mascarillas, como guantes y el resto de elementos de protección o higiene en los lugares habilitados para ello. O, si no, llevarlos con nosotros a casa.
  7. Y, por supuesto, seguir las recomendaciones de informadores, personal sanitario o cuerpos de seguridad sobre el uso de las playas, tanto en relación al acceso a las mismas como en el baño y en la propia estancia en los arenales.

Fuente de la noticias: https://www.descubrir.com/consejos-para-ir-a-la-playa-en-el-verano-del-coronavirus/

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